against the ropes

  No me gustaría darle más vueltas a este tema, ya a veces parece que los bombardeos televisivos no hagan más que inmunizarnos ante tanta violencia, pero lo que he escuchado hoy a la hora de comer me ha dejado fría. Supongo que a todos nos ha impactado el tema de las caricaturas danesas. Pero a veces las cosas van más allá de una notícia y una polémica que nos queda lejos (y pensamos "¡el mundo está loco!" lo de siempre), van cruzando la línea que separa el el fanatismo de la barbárie. Realmente es triste que la falta de respeto hacia ciertas creencias haya podido acabar así, haya acabado con la vida de un niño de ocho años. Él niño recibió un disparo durante una descontrolada manifestación de protesta convocada en Pakistán (Peshawar) por "el Movimiento de Defensa de la Dignidad del Profeta" . Otras dos personas han muerto a causa de estas manifestaciones, de las cuales esta ha sido la más violenta hasta el momento, pero la muerte de un niño de tan solo ocho años ha sido a mi parecer la manifestación de un fanatismo injustificado, la violencia por la violencia sin razón de ser.

   Diversos manifestantes decidieron incendiar un restaurante americano (Kentucky Fried Chiquen) y unos cines. Durante dichos incidentes, se produjeron disparos, al parecer de los manifestantes que descontroladamente, según la versión de la policía, estos disparon mataron al niño . Otras declaraciones afirman que los disparos procedían de la policía, peroes algo que no se puede esclarecer debido a la gran confusión del momento en el que el niño huía. El caso es que tanto policía como manifestantes utilizaron armas y el hecho es que no importa quién matara al pequeño, es algo que no tiene remedio.

    Otra de las muertes se produjo al alcanzar uno de los balazos un tendido de cables, de los cuales un cable alcanzó a un hombre. Además de las 51 personas heridas, debiodo a violencia por parte de la policía para contener a la multitud. Me parece irónico que las manifestaciones que piden respeto hacia sus creencias (por haberse sentido ofendidos por las caricaturas dichosas) hayan acabado de forma tan delezanable, tan violenta y sobre todo tan deprimente. Me parece increíble que la primera reacción del ser humano ante agravios y lo que algunos puedan considerar insultos hacia su religión, sea la de la fuerza violenta para hacerse oír. Y más pasando por encima de la vida de un niño de ocho años.

   Aún así, por mucha ofensa que resulte una caricatura, a veces debemos entender que no todos pensamos de la misma forma ya que el mundo es algo que está lleno de personas diferentes, de distintas procedencias y creencias... creo recordar ese sentimiento de alusión , de sentirse ofendidos, que se producía en la Edad Media con el cristianismo en Europa, en el que el miedo irracional al castigo divino y la dogmatización de la religión dominaba. Muy triste.